Teresita era una hermosa mujer no tan joven, un poco rellenita, como se usaba en esa época, de cabello negro,inmensos y tristes ojos verdes, siempre bien arreglada y muy simpática...
Venía los primeros días del mes puntualmente a pagar las cuotas del televisor...
Era tan agradable, que siempre nos quedábamos charlando un rato, me hablaba mucho de su papá que vivía con ella, al que quería mucho...
Así que supuse que sería soltera...
Llevaba puesto siempre un hermoso anillo, quizá demasiado grande,ostentoso, atraía la mirada hacia él...
Nunca pensé que las piedras pudieran ser verdaderas verdaderas...
El anillo en sus manos muy bien cuidadas lucía espectacular...
Un día me animé y le dije: Teresita ¡que hermoso anillo!
Me respondió: hay nena, este anillo tiene su historia, si me animase a venderlo con su valor podría recorrer el mundo, pero no puedo hacerlo...
Para mí tiene vida, representa la mejor etapa de mi vida, en la que fuí mas felíz...
Me puse de novia muy jovencita con el hombre más apuesto y cariñoso que te podés imaginar...
Era un profesional exitoso, mayor que yo, mi familia dijo que casarnos tan pronto, no, porque yo era menor, así que tuvimos cuatro años de noviazgo a la antigua...
Me sentía una princesa con los halagos y atenciones que recibía de parte de él, era tan educado, cariñoso, pensaba siempre como adelantarse a mis deseos...
Cuando llegué a la mayoría de edad mis padres consintieron para que nos casáramos, pensaron que era el hombre ideal para mí...
Tuvimos una boda lujosíma en todos sus detalles...
Ya no me sentía una princesa sino una reina...
Como regalo de casamiento me regaló este anillo de platino, con esta inmensa esmeralda rodeada rodeada de diamantes llamados baguettes, de forma rectangular...
Y partimos de luna de miel a Europa en un crucero de super lujo...
Pero el matrimonio nunca llegó a consumarse y tuve que pedir que fuese anulado...
Él era impotente, nunca lo dijo, recién lo comprobé en el viaje de bodas, de regreso hablé con mi familia y me aconsejaron lo que debía hacer...
Nunca más lo ví, se fué del país...
Nunca pude amar a otro hombre...
Hoy pasados tantos años lo sigo queriendo y pienso si realmente hice lo correcto...
Este anillo, es el único objeto material que me quedó,y es el mudo testigo de mis recuerdos...
Al terminar de contarme lo sucedido, su rostro estaba bañado en lágrimas...
Ahí supe porqué sus hermosos ojos tenían esa expresión tan triste...
Se sacó el anillo y lo colocó en mi dedo anular, pero en mis manos no lucía igual...
Ella le daba vida...
http://blogs.clarin.com/aqui-estoy/2009/4/21/el-anillo-esmeraldas