Diciembre se vestía de modos diferentes en cada hemisferio, pero era idéntica la emoción que despertaba la cercanía de la Navidad.
En la ciudad más populosa del continente más frío vivía Ariel de seis años .Se sentía distinto a otros chicos d e la escuela porque él residía en una casona elegante en el barrio más caro de la ciudad.
Ese año ya podría escribir una cartita al niño Dios.
Rodeado de juguetes, cualquiera hubiese preguntado ¿Qué más pedirá?
Pero Ariel tenía la mirada triste y casi lejana. No sintió alegría cuando su mamá le pidió que ayudara a armar el arbolito de Navidad. Ni le emocionó escuchar las propuestas de su abuela y sus padres sobre los preparativos para la mesa navideña, los adornos , las velas , en fin toda la decoración que debía ser perfecta y reluciente.
Sus amigos de la escuela estaban contentos y felices por la fecha que se acercaba,comentaban qué querían pedir para la nochebuena. Competían con sus ideas, a veces imposibles de concretar por lo que pretendían,pero aún así estaban imbuídos del espíritu navideño.
Compartían los borradores de las cartitas que preparaban para colocarlas junto al pastito y el agua como era la tradición. Dibujaban trineos, ángeles , pesebres y estrellas brillantes para colgar. Sentían muy dentro una mezcla de alegría y ansiedad . Pedro invitó a sus compañeros de clase a armar un Árbol de Navidad entre todos , con adornos creados por ellos. Luego lo llevarían para que esté junto al pesebre de la iglesia.
Esa tarde se reunieron en su casa y el piso se llenó de papeles brillantes y coloridos sometidos a la tijera y a la pasión de los niños. Hugo que amaba la música dijo que intentaría crear un villancico, y Pedro que tenía muy buena voz propuso cantarlo y grabarlo para regalar los CD con varios villancicos, a las familia de sus barrios.
Mariela acordó con Hugo ,ella escribiría el villancico mientras él lo creaba, y así los renglones
acunaron estas primeras letras...
En la ciudad más populosa del continente más frío vivía Ariel de seis años .Se sentía distinto a otros chicos d e la escuela porque él residía en una casona elegante en el barrio más caro de la ciudad.
Ese año ya podría escribir una cartita al niño Dios.
Rodeado de juguetes, cualquiera hubiese preguntado ¿Qué más pedirá?
Pero Ariel tenía la mirada triste y casi lejana. No sintió alegría cuando su mamá le pidió que ayudara a armar el arbolito de Navidad. Ni le emocionó escuchar las propuestas de su abuela y sus padres sobre los preparativos para la mesa navideña, los adornos , las velas , en fin toda la decoración que debía ser perfecta y reluciente.
Sus amigos de la escuela estaban contentos y felices por la fecha que se acercaba,comentaban qué querían pedir para la nochebuena. Competían con sus ideas, a veces imposibles de concretar por lo que pretendían,pero aún así estaban imbuídos del espíritu navideño.
Compartían los borradores de las cartitas que preparaban para colocarlas junto al pastito y el agua como era la tradición. Dibujaban trineos, ángeles , pesebres y estrellas brillantes para colgar. Sentían muy dentro una mezcla de alegría y ansiedad . Pedro invitó a sus compañeros de clase a armar un Árbol de Navidad entre todos , con adornos creados por ellos. Luego lo llevarían para que esté junto al pesebre de la iglesia.
Esa tarde se reunieron en su casa y el piso se llenó de papeles brillantes y coloridos sometidos a la tijera y a la pasión de los niños. Hugo que amaba la música dijo que intentaría crear un villancico, y Pedro que tenía muy buena voz propuso cantarlo y grabarlo para regalar los CD con varios villancicos, a las familia de sus barrios.
Mariela acordó con Hugo ,ella escribiría el villancico mientras él lo creaba, y así los renglones
acunaron estas primeras letras...
Si sientes este villancico
es que llega la Navidad
y con ella vendrá
la estrella de Belén
bendiciendo a tu hogar.
Todo era alegría.Ya se acercaba la Nochebuena .
Allá en su casona y rodeados de tantos juguetes, Ariel tomó un lapiz y comenzó a escribir ...
Querido niño:
Sé que haces milagros y que podrás darme lo que te pido.
Sólo quiero que mamá juegue conmigo, que me cuente cuentos.
Que esté más tiempo hablándome.Compartiendo mis tiempos.
No se si podrás ,pero no te pido juguetes,
tan solo quiero a mi mamá más tiempo, mucho tiempo conmigo.
¿Podrás verdad?
Mañana es Navidad y ansioso estaré esperando ese regalo que es para mí el mejor de todos los que puedas darme.
Ariel
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S.M.T.
"Si leer te hace libre, escribir es estar en las alas de la libertad"(Stella M.Taboro)