A lo lejos, como cubierto por un ropaje gris, amarillo en el fondo, semejaba la cúpula de una gran catedral;
A la izquierda, el sinuoso camino de los que escriben y, un poeta leyendo sus versos a un auditorio sordo.
Seguí de largo simulando no ver las perspectivas y volúmenes de un cuadro inconcluso, colgado de un imaginario estandarte exital. También fui sordo a las notas Bethovianas que incitaban al inicio de un concierto operático.
¡Alguna relación secreta, que el vulgo no entiende, debe tener ese paisaje, sus personajes y expresiones artísticas…! Pensé.
Mi reloj biológico marcaba la hora en punto para la cita.
Allí… sobre esa gran cúpula, que a momentos se me antojaba de basura, estaba silencioso, meditaba, como esperándome. Ascendí hasta estar frente a frente. Nos sentamos a la sombra de las silenciosas mayorías lumpenalísticas, donde gira el confuso montón esponjoso, traslúcido, de la opaca realidad.
-“…Esa masa, está atravesada por corrientes y flujos de estadistas y politiqueros, semejante a la materia y a los elementos naturales; esa es la sociedad. Envuelta está, como por una estática magnetizada y, casi siempre hace tierra, como antena, a masa de un pararrayos, absorbiendo toda la energía de lo social, de lo político, de lo económico ¡Y la absorbe toda! Neutralizándola sin retorno”…
“…No es un buen hilo conductor ni de lo político, ni de lo social, ni de lo económico, ni de lo cultural. Todo lo atraviesa, todo lo imanta; todo se difunde en ella sin dejar huella y, la apelación de artistas y del pueblo, en el fondo, siempre queda sin respuesta. No irradia; al contrario, absorbe la energía de las radiaciones negativas del Estado, de la política, de la cultura; ella es la inercia socializada ¡Es el poder de la inercia!”...
Aunque en lontananza contemplé un destello titilante, entre verde y azul, no quise interrumpir su monologo; me limité a escuchar lo que decía o, murmuraba:
-“…En la imaginaria representatividad, esa masa flota en alguna parte de la espontaneidad semi salvaje, y la pasividad semi servil, pero nunca dejará de ser una potencial energía social; esto será cuando haciendo uso de la palabra se torne en protagonista de su propia historia y, deje de ser un algo flotante en la mar de la pasividad”...
¡…El silencio es su potencial! ¡Ay, está intacto…!
…En el claro oscuro de su inconsciencia social hay un remolino de inquietudes y esperanzas que atraviesan el vacio social ¡Esa es la masa!...
…Un vacio de individuales partículas, de impulsos que absorbe todas las energías que la rodean, para concluir derrumbándose en su propio peso; ¡Agujero negro éste, en que se precipita lo social!...
…¡Su historia hay que escribir! ¡Sus energías virtuales que liberar! Su potencia es actual; está intacta”…
Mí Ego, se silenció sumergiéndose en leve letargo, como imantizado en su propia energía.
Bajé, entonces, en compañía de mí “Yo”, de la cumbre de mi cerebroCUENTO DEL LIBRO "CUENTOS Y LEYENDAS DEL CAFE DE LA ESQUINA" DE J.MARUARI