22 may 2009

MOCHILA MÁGICA


Ya se acercaba el día tan esperado para Bianca y Giovana, los Reyes Magos traerían hermosos regalos, los que ellas en sus cartas habían pedido.
Estaban contentas pero a su vez nerviosas porque no sabían si habrían llegado a destino. Cuando se iban a su cuarto conversaban y soñaban con ese día, cuchichiaban entre ellas… “Hay que portarse bien decía Giovana, claro que si, asentaba muy segura Bianca, porque sino los Reyes no pasarán por casa.
.- Sabes… Bian…replicaba Vana… también tenemos que juntar todo lo que dejamos tirado y hacer caso a lo que mamá y papá nos dicen, los Reyes Magos desde arriba ven todo.


Esa noche Gabriela y Ernesto mandaron a las nenas a dormir temprano pero antes prepararon en familia la comida para los camellos que seguramente por recorrer tantos lugares estarían hambrientos.-
Juntos pusieron un plato con pasto y también un recipiente con agua fresca. Luego Bianca y Giovana se fueron a su cuarto a dormir esperando que el sol de la mañana las despertara, para saltar de la cama y correr a abrir los regalos.
Al amanecer, con el primer rayo de luz que entro por la ventana corrieron en busca de los regalos, la alegría era tan grande que empezaron a romper con sus manitos los paquetes, uno por uno. Este es para papá dijo Bianca, una remera de color amarillo clarito…. “Es la que quería” dijo Vana, este es el de mamá, miren que lindo es el perfume... ¿dónde están los nuestros?... decían, apresuradas por abrirlos, acá están, grito mamá, ¿Qué les habrán traído?... Al verlos se quedaron asombradas porque había un regalo para cada una y muy pequeños.
Igualmente rompieron el papel que los envolvían, en sus caritas se notaba un poco de desilusión.- La sorpresa fue cuando vieron el contenido……”” Una Mochila “”… Sus ojitos quedaron petrificados y con ganas de llorar, estaban muy desilusionadas. Se miraron y dijeron: “Si nos portamos bien porque los Reyes nos trajeron solamente una mochila”…esto no nos gusta y tristes se encerraron en el cuarto.- Gaby y Ernesto esperaron un rato y entraron para conversar con sus hijas.-

“No tienen que ponerse así… piensen…” Y si estas mochilas son algo especial, ¿cómo que?, pregunto Bianca, todas las mochilas son iguales contesto Giovana y no nos gusta el regalo. Les proponemos una cosa, cuando se acuesten abracen con fuerza sus mochilas y piensen en algo importante, por ejemplo, lugares que les gustaría recorrer, sueños que deseen cumplir y muchas cosas más, a lo mejor las mochilas tienen en su interior algo mágico. En vez de estar tristes al acostase imaginen algo hermoso y a lo mejor sus deseos se cumplen. ¿Están de acuerdo? pregunto papá, Bianca y Giovana con lagrimitas en los ojos dijeron que lo iban a hacer.
Así fue… abrazadas se durmieron pensando en lo que papá les había dicho. De pronto una luz muy brillante invadió el cuarto y salía de las mochilas, la habitación se convirtió en una gran nave espacial que llevó sin que se dieran cuenta a Bianca y Vana muy lejos.
Al despertarse por tanta luz se dieron cuenta que estaban viajando entre las estrellas, la luna estaba muy cerca y por las pequeñas ventanitas de la nave ellas podía ver estrellas fugaces que iluminaban a ese cielo oscuro y tan bello…. ¿Dónde estamos?, se preguntaban…No lo se dijo Vana pero me encanta… ¿A vos te gusta Bian?, “Si es hermoso mira la luna que redonda y grande es y esas estrellas como brillan.
De pronto la nave llego a un lugar y el ruido de los motores se apagaron, se abrió una puerta y ante el asombro se dieron cuenta que estaban en un lugar especial, el paisaje era como estar en un paraíso, árboles de hojas muy verdes, flores multicolores, cascadas de agua que parecían cabelleras plateadas, un gran lago lleno de aves, cisnes, y patos.- Todo era hermoso ante sus ojitos extrañados.- Bianca y Giovana empezaron a recorrerlo y gritaban… ¿ Vive alguien acá?...¿Alguien nos escucha?, mágicamente aparecieron Hadas y Duendes volando alrededor de ellas abrazándolas y contándoles que estaban en un País Encantado.
Donde vivían duende y hadas que cumplían los deseos de los niños que creyeran en ellos. El Hada llamada Piqui con un toque de su varita mágica vistió a Bianca y a Giovana como princesas, estaban hermosas con sus vestidos y su coronita en la cabeza además sus zapatos eran de cristal color blanco…parecían esas doncellas de cuentos. Los duendes las llevaron a un arroyo donde se encontraba tomando agua un bello caballo blanco alado.
Las subió y Tormenta el caballo se elevo rápidamente, volando con ellas por todo el país encantado.Pasaron un día jamás imaginado, después del paseo comieron frutos silvestres, bebieron agua de la cascada y jugaron con sus nuevos amigos.-
Ese lugar encantado había hecho su sueño realidad gracias a la mochila mágica que los Reyes le habían traído, jamás se olvidarían de ese día. Pero ya era hora de volver, las hermanas se subieron a la nave y saludaron contentas esperando volver pronto.-
La nave despego alejándose rápido nuevamente hacia el cielo estrellado y Bian con Vana se quedaron dormidas.
Cuando despertaron ante su asombro estaban en la habitación de su casa, Bianca le comentó a su hermana donde había estado detalle por detalle y Giovanna le dijo sorprendida…”Yo también estuve en ese lugar tan hermoso”. Las dos comprendieron que papá tenía razón cuando les dijo que las mochilas eran mágicas.
Corrieron contestas despertando a papá y a mamá para contarles lo que les había sucedido.
A partir ese día cuando llegaba la hora de acostarse Bianca y Giovana se abrazaban a las mochilas que los Reyes les habían traído esperando un nuevo y mágico viaje en la nave espacial.-Solo debían cerrar los ojitos y pensar a que lugar las llevaría.-


NORA RICOTTI

18 may 2009

EL LAGO DE ENAIDA


Llevaba ya muchos meses de haber llegado al pequeño pueblecillo de TAYRAMANCU, regresaba realmente exhausto luego de desempeñar mi cargo como presidente de la cooperativa del pueblo, puesto que por cierto no fue fácil de obtener pero gracias a Dios y mi experiencia en la capital lo ocupé. Fue entonces que opte (en aquella fría e inspirada noche) por liberar mi espíritu de artista, mi pequeña porción de utopía. Cogí la guitarra que entre mi escritorio se encontraba, sobre los versos, que la noche anterior me desvele escribiendo. Fue entonces que a pocos minutos noté un gran vacio en el ambiente que me rodeaba , quería yo hacer de esta noche una noche repleta de magia ,pasmada de aquella enigmática esencia que consigo lleva las poesías (fue entonces que se me ocurrió una muy buena idea) , Salí entonces de mi habitación rumbo al lago de TAYRAMANCU , con la guitarra entre mis brazos, bajo la luna llena ilustrando mi camino entre el umbral de la noche , mientras la lluvia anunciaba su pronta compañía.
Cuando al fin llegue, me recosté junto a la orilla del lago, que sobre su superficie se dibujaba el rostro de la luna que imponía su mirada perpetua sobre mis ojos. El momento había llegado y me impulsé a iniciar mi canto, con suaves pizzicatos, junto al dulce pronunciar de las golondrinas que por el lugar circundaban y el vientecillo que abrazaba mis sentidos. Era tan perfecto el ritmo y tan suave como extasiada la melodía que centraba la atención y atraía la presencia de bellísimas ninfas y celestiales serafines, entre paso y paso sus vestiduras ondulaban, en tanto todo era sereno, tierno, sereno…
No tardo en observarse tan misteriosa escena, un pez colorido (como los que lleva el arco iris) emergió de la profundidades y mientras la melodía se expandía entre los alrededores inicio su majestuosa danza, deslizándose de orilla a orilla circunferencialmente y por momentos fingiendo ser un ligero delfín que ascendía hasta las nubes y luego sumergiese para continuar el ritual (y yo aún mas admirado no dejaba de observar).
Cuando de manera tan sublime , tan repentina convirtiese un una preciosa mujer ,que sobre las piedras y la arena sus pisadas daba hacia mi dirección (sin aliento y más que atónito),con el cuerpo descubierto ante la intemperie , con la hechizante mirada que en mis pupilas recaía , anestesiándola ( en tanto yo diciendo ¡no es verdad!) , haciéndoles el amor con su cercanía, mientras que su cabello rubio y rizado (que hasta los hombros le llegaba) me exponía, su piel tan suave era mientras su rostro acariciaba y en tanto mi corazón junto a sus senos latía. La comencé a amar , sus embelesos mi alma enamoraba (yo maravillado ante su pureza), sus labios rojos me embriagaban con un néctar dulce que sabe mucho más que a miel y mientras sus muchos mundos recorría su corazón y el mío fugaban fuera del mundo (cosmos) , con la lluvia cubriéndonos el cuerpo , haciendo mas que mágico el momento , teniéndola yo recostada en mi pecho dormía ella en un profundo sueño , deslizándome entre sus risos , cubriéndole con mis brazos (abrazándola) ,observándola tan detalladamente (sin morbo ni complicaciones) con el ser tan inspirado ,llenándola de versos que entre sus sentidos susurraba , quedando tan tranquila , tan paciente . La noche entera junto a ella la pase, con el amor que el ambiente rodeaba. la mañana ya aclaraba y al percatarse ella de los primeros rayos que sobre su piel llegaban en pie se puso , cogiendo entre caricias mi rostro un profundo beso que unió mas que labios impregnándome los suyos contra los míos dio , y sin quitarme la mirada un solo instante se marcho de donde se origino.
Me marché del lugar hacia el hotel, hacia mi habitación (un poco atontado estaba), tratando de reconstruir la escena, recordando tan mágico momento. Decidí al cabo del medio día averiguar acerca de aquella mujer con la que la noche había pasado. Recorrí casi todo el pueblo en busca de respuestas , mas todos los habitantes negaban la existencia de aquella mujer y mucho menos alguna leyenda que la involucrara , ni a ella , ni al lago.
Concluí entonces en regresar nuevamente por la noche (al lago del pueblo) y de esta manera formularle a ella misma la pregunta. Había caído la noche y fue entonces que apresure mis pasos hacia la laguna (estaba tan silenciosa la laguna) , entonces inicie a cantar, todo era tan normal , ella no aparecía , tampoco lo hacia el colorido pez (solo presencie aquella noche las ninfas y los serafines que danzaban deleitosamente)
¿Qué había pasado? ¿Dónde estaría ella? , intente realizar la misma acción la siguiente noche, todos los días de la semana, incluso los del mes, todas ellas cantándole en el mismo lugar , mas en vano todo fue ,intente de todo , hacer incluso idénticamente lo mismo que hice aquella vez (ella jamás se pronuncio).
Recorrí a raíz de ellos muchas ciudades, muchos pueblecillos realizando el mismo ritual , cantando a orillas de sus lagos , buscándola a ella nuevamente, mas en vano hasta el momento han sido mis viajes , ella aun ausente , sin rastro … buscando … buscándola (princesa del lago...)
JOEL

14 may 2009

MATEO Y MIGUEL


Entró resuelto, atravesó las vidriadas puertas y comenzó a recorrer los pasillos. En el ínterin se cruzó con muchas personas vestidas de blanco, otras de verde, algunos vestidos con ropa común lo que le decía que eran pacientes o visitantes. Los ignoró y presumiblemente ellos lo ignoraron también. Se detuvo ante el número 25 del ala de Pediatría.
No era la primera vez que concurría al hospital, pero lo hacía más asiduamente desde que Mateo estaba allí. Esa tarde, para su júbilo, el niño lo estaba esperando sentado en su camita y con una amplia sonrisa, tenía a Pilu, su inseparable compañero de aventuras infantiles, abrazado contra su pecho. Pilu era su peluche preferido aunque ya estaba un poco raído y desteñido de tantos abrazos y revolcones.
Miguel se paró un instante en la puerta observando la escena.
¡Mateo se veía tan radiante!.
Finalmente habían terminado todas sus penurias. De su pequeño y bello rostro ya habían desaparecido las terribles ojeras; la mirada triste y asustada había dado paso a una mirada límpida. Ahora su carita lucía saludable. Miguel se sintió agradecido porque el sufrimiento del pequeño hubiera cesado, por fin podría disfrutar como cualquier niño de su edad, sin los molestos e intensos dolores que lo sumergieron en esa cama de hospital hacía ya tres meses.
Se acercó sonriente, la mirada del niño llenaba su corazón de jubiloso amor, él amaba incondicionalmente a esa criatura sufrida, había velado junto a su cama cada noche y resguardado sus días desde que nació. Cuando Mateo enfermó, se sintió culpable ¿en cual de sus cuidados había fallado? ¿cómo no había percibido la sombra del dolor que se cernía?. Luego comprendió que ese conocimiento le estaba vedado y que la razón de la enfermedad del niño estaba más allá de su protección.
Inclinándose alzó al niño que se abrazó confiado a su cuello, mientras con el otro brazo continuaba apretando al maltratado Pilu contra su pecho.
Miguel sintió su alma desbordarse de ternura, apretó aún más sus fuertes brazos en torno de la criatura para sentirlo seguro y que él sintiera su cálida protección, recién entonces desplegó sus poderosas alas, elevándose.

María Magdalena Gabetta


El dibujo es un obsequio de mi amiga, la pintora argentina Mónica Iturrioz, ¡Gracias Moni!

13 may 2009

LA PLAZA DEL OLVIDO

-Si, con seguridad ése es el banco- dijo para sus adentros.


Matilde se acercó como si el tiempo la apremiara.


La plaza en cuestión, era la de su adolescencia, en la cual se reunía con su amigo.


Hoy en día, abandonada en forma lamentable; las farolas, las pocas en pie, apenas alumbraban, los senderos casi imperceptibles.


La hora era la misma: las 20,30. ¿Cuántas cosas allí ocurrieron?Charlas hasta altas horas de la noche. El calor de sus cuerpos que al pequeño roce lograban estremecer inclusive las hojas caídas.


Sus caminos se separaron. Ella por uno... él por otro. Nunca se volvieron a encontrar. Hasta aquel aviso pequeño en el diario.


Al principio no le dio importancia. Pero algo dentro de ella la obligó a releerlo.


Es por ello que esa noche estaba allí. ¿Esperándolo?


Dejó su familia sin dar explicaciones. Viajó y viajó para llegar a la plazita del pueblo.Sus hijos ya la comprenderían. Su marido quizás no.


¿Vendrá ? De seguro que no.¿Porqué no obstante volvió?


8 may 2009

LA BOLSA O LA VIDA


Cada tarde, cuando la cúpula del cabildo parte en dos el sol, éste lanza un brazo gigante moribundo hacia la casa rosada del gobierno de la Nación, allí rebota y sale rodando por la calle San Martín, se cuelga de la cornisa del Banco Central debilitándose hasta el infinito violáceo.
Es entonces cuando comienza la escena horripilante, preludio de todas las miserias que esconden las estrechas veredas del micro centro, receptáculo mudo del desfile vergonzoso de un centenar de bolsas de polietileno con basura literal y de la "otra"que nadie quiere "ver" pero que huele mal...
El camión recolector pasa todos los días, pero no se puede llevar todos los residuos tóxicos que emanan de las tenebrosas "cuevas", oficinas de cambistas sin escrúpulos que dos por tres dejan deslizar entre sus dedos algunos dólares falsos, tampoco se pueden llevar la "basura" disimulada que merodean la "city", basura conocida como "salideras bancarias" a ellos los lleva el patrullero policial hasta la comisaría más proxima, pero... entran por una puerta y salen por la otra, de más está decir que la llave de la puerta la tiene la justicia superior con leyes, inoperantes ,obsoletas y viciadas de nulidad ante los nuevos códigos que maneja la delincuencia de la "citi "porteña.....y bueno asi son las cosas, en mi Buenos Aires querido.
Mientras miro soslayadamente con el ojo del discernimiento, el día se va acabando tanto para el poderoso y dadivoso banquero como para el irónico pordiosero que pide unas moneda sentado en el paragolpes de un camión de caudales....
A éstos dos "gemelos" les cae encima la noche aplastándolos indiscriminadamente en el hoyo o vórtice fantasmagórico de lo inevitable.
El poderoso banquero saca su billetera hace relucir diez euros y soborna a la luna para que lo acompañe por la panamericana hasta su dulce hogar el famoso country "El paraiso" al llegar comenta el banquero a su chofer "el paraiso hay que ganárselo mi amigo". El chofer lo mira por encima de sus gafas negras y le contesta:usted ya se ganó el cielo el cielo dónde esta Dios? pregunta el banquero...¡no! el cielorraso de su techo dónde usted mira contando ovejitas para poder dormir, mientras que sus empleados cuentan moneditas para sobrevivir....
El banquero frunció el seño y enfiló para su chalet pateando cartas documento y cédulas de notificaciones por debajo de la puerta.
El chofer del banquero salió al patio,llamó a la luna le dió diez pesos y le pidió que lo acompañara
de nuevo al micro centro,la luna aceptó pero no irradiaba tanta luz,claro habia recibido" pesos no euros"´de cualquier manera llegaron juntos a la "citi", ella rodó por Callao bajó por Corrientes le dio un beso al obelisco y se encontró de nuevo con el chofer en plaza de mayo ahi necesitaban su luz, por que había un cortocicuito en la manzana de las luces ni el gobierno de la Nación ni el de la ciudad estaban enterados de las vivencias inusitadas que padecen las estrechas veredas del micro centro,y ...no estoy hablando de las baldosas flojas ya que ahora son todas de cementos.... estoy hablando de niños descalzos pidiendo limosnas ancianos comiendo de las bolsas de basuras,estafadores intentando vender permisos para sacar fotos desde los balcones del cabildo, todo es lícito en la "citi porteña" según la dádiva sea generosa....
El chofer le dijo a la luna¿Conoces aquella niña? es Micaela,hace tiempo que la observo como maneja el "arte" del disimulo,ella dice que en pos de un mundo más limpio junta de las bolsas de basura cables y latitas para reciclar, pero...muchas veces la vi beber de ésas latitas abolladas por las manos de una secretaria estresada ,o comer de galletitas tan duras como los adoquines de puerto madero...
El chofer siguió interrogando a la luna¿Conoces de dónde viene Micaela quienes eran sus padres?
La luna milenaria obviamente sabía pero dejaba que el chofer expusiera sus sentimientos para con aquella niña... El chofer siguió comentando: Dicen por ahí que su madre era una famosa cantante de tango que había firmado un contrato en Colombia, pero justo quedó embarazada siendo soltera, así, que cuando nació Micaela la dejó abandonada en el hotel Hilton dentro de una bolsa de basura... ¡vaya ironías de la vida! ¿Cuándo Micaela revisa una bolsa de polietileno no estará buscando su identidad? ¿Será la bolsa de basura su lámpara de Aladino dónde todavía está atrapada?
Si fuera así que alguien la frote hasta darle libertad,la libertad que se merece,la libertad de existir,de escuchar que alguien le dice ¡buen día Micaela! y que ése día sea bueno de verdad...
La libertad de sentarse a una mesa con dignidad que huela a papá y mamá, la libertad y dignidad de tener un apellido y poder decir ¡presente! cuándo pasen lista en algún colegio...
La luna escuchaba atentamente al chofer y de pronto lo interrumpió diciéndo: yo también la conozco a Micaela, cuántas veces fuí su única lumbrera, la que pintaba de plateado sus frazadas de cartón, cuándo dormía en la recova de Leandro Alem la ví despertar mil veces con el sonar de las campanas de la Catedral, lástima que sus doctrinas la volvían adormecer, otras veces la despertaban las sirenas de un patrullero policial cuándo los vecinos se quejaban por que Micaela cansada se quedaba dormida en el umbral de alguna puerta... ¿Qué les molestaba, era antiestético? ¿Les daba asco verla escuálida les daba dolor estomacal?
Micaela tuvo muchas veces dolor estomacal por que sus jugos gástricos no tenían alimentos para digerir y jugaban al pin pon con un pedazo de pizza, que un mozo de bar le regalaba ¿Quien era el mozo? no sé, pero si sé que era un héroe, porque héroes son aquellos que comparten lo que apenas tienen ,capaces de quedarse con las cáscaras de pan y dejar las migas en una bolsa de basura ,para que otros tengan con que saciar su hambre héroes son aquellos que lloran con un ojo sus dolores y con el otro las penurias de los demás son héroes sin espada sin capas sin biografias,solo tienen una mano larga generosa .
Un día ésa mano de dedos callosos acarició los cabellos rubios cobrizos de Micaela y le trajo un helado gigante como una montaña rusa....
Cuando Micaela terminó de saborear ese helado de chocolate y crema, le quedó el cucurucho vacío... Micaela entonces lo llenó con sueños de princesa, llamó al mozo su héroe, brindó con él levantando el cucurucho de oro y pan y comenzaron a bailar... Cuántos sueños se mudaban en las neuronas de la niña de ojos grandes como sus remiendos...
Para entonces el reloj de los recuerdos señalaba las dos de la mañana, fue cuando el chofer le dijo a la luna ya que ambos conocemos a Micaela seria bueno que le diéramos algunos consejos pertinentes. ¿No te parece? Claro contestó la luna te dejo el privilegio......
El chofer comentó: le diré algo asi: Micaela cuando tengas que recordar, Dios quiera que la amnesia piadosa devore las fotos ingratas que sacaron tus retinas y que tus oídos ensordezcan para no escuchar la melodía tan triste de aquella cantante, de voz delgada que alguien dijo fue tu mamá...
Y,si la vida sin embargo te muestra su cara mejor, entonses, no olvides al sacar los desperdicios de tu hogar en dejar algunas galletitas en la bolsa de basura, talvez, otra Micaela busque en ella su idéntida, como tu ¿Te acuerdas?
Cabellos cobrizos una sola hebilla, vivías entre la selva y el cemento entre Retiro y la villa. El chofer le dijo a la luna ¿Que le dirías tu ahora? A propósito luna, no sabia que tenías agua en los cráteres....
No es agua son lágrimas por que dan ganas de llorar ver a ustedes los humanos indiferentes a los pedidos de auxilio de cientos de Micaelas, víctimas de la prostitución, de la esclavitud, de los pedófilos... y ustedes sordos, tapándose los oídos con el mp3 o el enano celular.
Lamentablemente por ahora, seguiré viendo en cada atardecer a una Micaela muriendo un poco más que ayer... traslúcida escuálida paria sin Nación ni religión, ilegal,a l teatro extra no puede entrar, al Colón ni asomar, al Luna Park no puede ir a soñar, sólo le quedo yo, la luna a la que puede echar a rodar... ¡rodaré por Callao, comenzaré a saltar, me pincharé en el obelisco y desparramaré mi luz en la espina dorsal, la 9 de Julio donde la abandonó su mamá!
Pero, hay todavía una esperanza no muy lejana, el creador dirá ¡basta! a éste sistema de vida terminara con todos los ayes de la humanidad. Entonces... el milagro.... un millón de Micaelas andarán encañonando a la gentes con un ramilletes de rosas , exclamando a viva voz ¡la bolsa o la vida!
y de seguro todos dirán, la vida sin más bolsa de basura que busca vida digna nada mas.....

Juan Domingo Carrizo

1 may 2009

EL PASEADOR DE PERROS

Todas las mañanas a la misma hora en el mismo lugar, se sienta a la sombra de un gran árbol de la plaza, les suelta la correa a los ocho perros que lleva, y salen disparados como flechas para distintos lugares.

Él toca un silbato y uno a uno vuelve a su lado mansamente esperando su palabra para volver a corretear.
Solo los días de lluvia se ausenta y no aparece.
Es una parte más del paisaje de la plaza a las diez de la mañana.

Yo lo veo desde la ventana de mi cuarto, no tengo la suerte de poder salir. Hace tiempo que estoy aquí enclaustrado por ésta maldita fobia y pánico, que se apoderó de mi vida y ya no soy nadie.
Solo puedo permanecer en casa, encerrado entre estas cuatro paredes, mi temor a enfrentarme con el afuera me descontrola.
Me vieron médicos, psiquiatras, tomo la medicación, pero parece que conmigo no se puede.
En definitiva mi vida transcurre, mirando por la ventana el ir y venir de las personas.
Lo que mas me atrae y no dejo de observarlo ni un solo día, es al paseador de perros, me quedo hasta que se marcha con sus ocho perros.

Me produce una ternura infinita el ver con que amor los trata, los acaricia juega con ellos.
Conozco a cada uno, por su raza, su pelaje, le puse nombre para identificarlos y ver su rutina.

Soy un profesional, hice una carrera brillante, de la cual me retiré con todos los honores.

Una mañana todo cambió, no pude abrir la puerta para salir como todos los días, el pánico se apoderó de mí, y van varios meses en que solo me atrevo a mirar a través del vidrio de la ventana. Como trabaja el paseador de perros.

Todo seguía igual, a los días, de los días anteriores.

La ventana.. yo.. la plaza.. el paseador de perros y ellos.

Empecé a encariñarme. De todos había, uno me seducía, era negro azabache, con un pelaje largo que se ondulaba en su carrera. Me gustaba seguirlo, yo lo llamaba Sultán.

Una mañana sucedió lo inesperado, frente a mi ventana paró un auto.
Él pasaba como siempre en su carrera jugando con la libertad, no pude alcanzar a ver que le mostró, solo sé que “Sultán” subió al auto y éste se fue.

Por esas cosas del que maneja los hilos de la vida tomé el número de patente y me intranquilicé.

El paseador de perros comenzó a llamarlos con su silbato, solo siete se acercaron, les colocó las correas y comenzó a preocuparse, buscarlo, llamándolo por toda la plaza.

Yo aquí, en mi ventana sabiendo lo sucedido y sin poder hacer nada.

Ver la desesperación de ese joven por no encontrarlo, me superó. Desde donde estaba no podía avisarle.

Yo tenía la respuesta.

Tomé coraje sostuve el picaporte con mi mano unos segundos, después de tantos meses, me animé, abrí la puerta, bajé raudamente la escalera.

Era como si los fantasmas que me atormentaban se hubiesen esfumado ante ésta circunstancia.

Cruce a la plaza, llame al joven, le conté lo que había visto, se atormentó aun más, me dijo que ese perro era de él, que lo traía junto con los otros para que jugara.
Lo tranquilice, le pedí que llevara los perros a sus dueños y que volviera, que al tener el numero de la patente iba a ser fácil encontrarlo en mi computadora.

Así lo hizo y en 40 minutos teníamos ya la dirección.
Me ofrecí llevarlo con mi auto, ya que el lugar era alejado, fuimos hasta el garaje donde hacía meses no pisaba, el encargado lo ponía en marcha para que no se estropeara, cuando me vio no lo podía creer.

Llegamos a la dirección encontrada, tocamos el timbre, se escucho chumbar, el muchacho reconoció el ladrido, una sonrisa se dibujó en su cara.

El hombre abrió la puerta, “Sultán” salto sobre el paseador de perros como dándole un abrazo.

No mediaron explicaciones

“Sultán “ recuperó a su dueño.

Yo mi libertad.

María Rosa
angelamariarosa43@hotmail.com